Ser aval de un préstamo: Ventajas y desventajas

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In a Nutshell

Piénselo dos veces antes de aceptar ser aval de un préstamo. Esta decisión puede suponer un riesgo financiero real e impactar gravemente la relación con la otra persona.
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Ser aval de un préstamo puede acarrear algunas consecuencias sorprendentes y desagradables.

Cuando un amigo o un familiar le pide que acepte ser aval de un préstamo, puede que no parezca ser gran cosa. Al fin y al cabo, uno no hace sino ayudar a un ser querido, ¿verdad?

Pero avalar un préstamo conlleva graves riesgos, a menudo ocultos, para sus finanzas y sus relaciones. Aquí hay algunas cosas que hay que tener en cuenta antes de hacer este tipo de favores.



¿En qué consiste ser aval de un préstamo?

Su mejor amigo, Fernando, está buscando un préstamo: un préstamo personal, para un carro, para estudiantes o incluso una hipoteca. Lamentablemente, Fernando tiene problemas para conseguir una buena tasa de interés o incluso para que le aprueben el préstamo mismo. No tiene muy buenos puntajes de crédito ni cumple con otros criterios de solicitud, por lo que los prestamistas ven a Fernando como un prestatario de alto riesgo. Pero, como de todos modos quiere que le aprueben, Fernando le pide a usted que acepte ser aval de su préstamo.

Si usted tiene buen crédito, agregar su nombre como aval junto al de Fernando hace que su solicitud sea mucho más atractiva para los prestamistas. Ahora Fernando reúne los requisitos para obtener un gran préstamo y puede marcharse feliz de la vida con el dinero.

Sin embargo, ¿en realidad qué significa para usted ser aval de un préstamo?

Cuando actúa como aval, usted ayuda a otra persona a obtener un préstamo que de otro modo no podría conseguir. Obviamente, eso es un gran beneficio para la otra parte.

Pero también significa que usted tiene que poner en juego sus propias finanzas. Como aval, usted no es sólo alguien con buen crédito que ofrece una carta de recomendación a un amigo con mal crédito (o sin crédito). En realidad, se está comprometiendo a ser 100% responsable de esa deuda si su amigo no paga.

¿Cuáles son las consecuencias financieras de ser aval de un préstamo?

Si usted cree que su responsabilidad terminó después de estampar su firma en el documento, pues se equivoca. No sólo le ha hecho un favor a su amigo, sino que ha firmado un nuevo préstamo a su nombre.

Con el ánimo de ayudar a un amigo, usted ha asumido un importante riesgo y responsabilidad financiera, mientras que la otra parte disfruta de los beneficios: un carro nuevo, unos estudios pagados o tal vez un fajo de billetes de cien dólares. ¿Qué gana usted con ser aval de un préstamo?

  1. Usted es responsable del pago del préstamo. ¡Sorpresa! Si su amigo no cumple con un pago, eso no sólo le afecta a él. Es su responsabilidad pagarlo directamente de su bolsillo… o sufrir las consecuencias.
  2. El préstamo figurará en sus informes de crédito. Podrá ver la nueva deuda en sus informes, junto con cualquier marca negativa asociada a ella: pagos atrasados, incumplimientos y pagos no efectuados enviados a cobranzas.
  3. Puede repercutir en su capacidad de obtener un préstamo para usted mismo. Asumir cualquier tipo de deuda adicional suele aumentar la proporción entre las deudas y los ingresos. Esto no afecta directamente sus puntajes de crédito — sin embargo, la proporción entre la deuda y los ingresos es un factor clave para las entidades de préstamos a la hora de evaluar si le conceden un crédito y, en caso afirmativo, en qué condiciones se otorga.
  4. Su crédito podría irse al suelo. Si su amigo deja de pagar el préstamo y usted no lo pone al día, el prestamista procederá a informar a las agencias de crédito del incumplimiento del préstamo. Y sus puntajes, que en algún momento fueron excelentes, se echarían por la borda con esos datos negativos en sus informes crediticios.
  5. Por ley, usted asume la responsabilidad. Dado que tanto usted como su amigo son responsables, el prestamista puede optar por demandarle a usted si el préstamo no se paga. Por eso, un tribunal podría fácilmente condenarle a pagar el 100% de la deuda además de los gastos legales. Y para recuperar parte de ese dinero usted podría verse obligado a actuar de la misma manera y, a su vez, demandar a su amigo.
  6. No hay manera de escaparse del préstamo. En general, uno no puede abandonar un préstamo con aval cuando las cosas van mal. Quitar su nombre de un préstamo que se ha comprometido a pagar no es cuestión de borrar simplemente su firma. Usted está obligado a pagar esa deuda, a no ser que su amigo cumpla los requisitos para una refinanciación, asuma el préstamo sin incluirlo a usted como aval o cierre el préstamo.

¿Qué otra cosa podría salir mal?

Ser aval de un préstamo es como andar por la cuerda floja. Pero igual de importante (si no más) es el daño que ser aval puede provocar a una relación entre dos personas.

Incluso en las mejores circunstancias, cuando su amigo cumple con todos los pagos a tiempo, tal y como lo ha prometido, la naturaleza de la relación entre los dos cambia fundamentalmente al ser aval. En lugar de ser iguales, su amigo está ahora en deuda con usted… y a nadie le gusta estar en esa posición. Además, puede que sienta que tiene que vigilar las actividades financieras de su amigo para asegurarse de que la deuda se pague.

Peor aún es lo que ocurre cuando la persona a la que ha ayudado incumple con los pagos. Supongamos que su buen amigo se dedica a derrochar dinero que no tiene en sus vacaciones, mientras que usted se ve obligado a cubrir una de las mensualidades del préstamo. Sería de lo más natural albergar un creciente resentimiento hacia él. Incluso si su amigo tiene problemas financieros que no son culpa del él, puede que usted odie el hecho de que los problemas financieros de su amigo se hayan convertido en sus propios problemas financieros.

¿Y qué debería hacer?

En general, avalar un préstamo es arriesgado tanto a nivel financiero como a nivel personal. Pero darle una respuesta negativa a un ser querido que lo necesita puede resultar francamente mezquino. Al fin y al cabo, usted quiere ayudar a su hija a conseguir un préstamo para la universidad o ayudar a su mejor amigo a conseguir un carro que le permita ir y venir del trabajo.

Si al final decide no aceptar ser aval, comunique su decisión desde una posición de afecto y respeto. Eduque a su ser querido sobre las responsabilidades que estaría usted asumiendo al ser aval de un préstamo: muchas personas no se dan cuenta del grado de riesgo que le están pidiendo que asuma con sus propias finanzas. Y prepárese para que la otra persona exprese su decepción. Si es posible, aborde la conversación con algunas opciones aparte de avalar el préstamo: un sitio web con información sobre becas universitarias u opciones de préstamos de fácil aprobación.

Si acepta ser aval, hay algunas cosas que puede hacer para tratar de proteger sus propias finanzas, y su relación, tanto como sea posible. Aquí hay algunas.

  • Obtenga acceso a la cuenta en línea para que pueda ver los estados de cuenta sin tener que molestar a su amigo.
  • Haga que el prestamista le notifique inmediatamente si los pagos están atrasados.
  • Prepárese para lo peor reservando dinero para cubrir los pagos del préstamo que no se realicen.
  • No firme por alguien que sabe que es irresponsable con el dinero o por una persona a quien no ha conocido por mucho tiempo.
  • Comuníquese regularmente con la otra persona sobre el estado del préstamo.

Por último, si accede a ser aval, piense en el préstamo como un regalo monetario. Entonces, que le devuelvan el dinero es una ventaja, no un requisito. De esta manera evitará que su relación se contamine con la presión de los problemas económicos.


About the author: Megan Nye is a personal finance writer with a decade of experience in the insurance industry. Her writing has been published by Business Insider, Citi, LendingTree and others. Megan has a bachelor’s in mathematics fro… Read more.