5 preguntas que debe hacerse para ver si está listo para comprar una casa

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In a Nutshell

Si está pensando en comprar una casa, pregúntese si se lo puede permitir, si es más barato que alquilar, si está preparado para la responsabilidad, si piensa quedarse unos años en el mismo lugar y si sus razones para dar ese paso son las correctas. Las respuestas pueden ayudarle a decidir si ser propietario de una vivienda es la mejor opción para usted.
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Comprar una casa puede ser aterrador. Da la sensación de que está inscribiéndose en toda una vida de pagos de hipoteca y gastos de mejoras de vivienda, por no hablar de la responsabilidad de cuidar su pedacito del sueño americano durante años o quizás décadas.

Pero recuerde que no se trata sólo de comprar la casa. Se trata de ser el dueño de esa casa. Y ser el dueño de una casa —si se lo puede permitir— puede ser gratificante. Para muchos, es una señal de éxito financiero e independencia que conlleva beneficios económicos y sociales junto a esos costos y responsabilidades.

¿Le conviene ser propietario de una vivienda? No es de extrañar que la respuesta sea: depende. Las siguientes son cinco preguntas que debería intentar responder para ayudarle a decidir.



¿Cuenta con el dinero?

Esta primera pregunta, que es clave, tiene dos partes. Muchos prestamistas permiten financiar la mayor parte del precio de compra de una vivienda. Pero aun así, reunir miles de dólares para el pago inicial y los gastos de cierre no es tarea fácil, sobre todo si actualmente está pagando un alquiler al igual que otros gastos básicos.

Además, los expertos financieros dicen que no es buena idea utilizar los ahorros de emergencia (en inglés) para el pago inicial. ¿Qué pasa si usted pierde su trabajo, o se produce una crisis financiera importante y ha gastado sus fondos de emergencia?

Si la compra de una casa lo dejaría sin ahorros, probablemente sea mejor esperar y acumular reservas de dinero en efectivo por separado. Debería ahorrar lo que piensa gastar en el pago inicial además de tener los fondos suficientes para cubrir por lo menos de tres a seis meses de gastos básicos.

Ahora la segunda parte. Cuando uno es dueño de una casa, hay muchos gastos. Hay servicios públicos, costos de mantenimiento, reparaciones, seguros y, en algunos casos, cuotas de la asociación de propietarios. Y, por supuesto, a no ser que haya pagado la casa en efectivo, está la factura mensual de la hipoteca.

Así que pregúntese: ¿Podría su presupuesto hacerle frente a todo eso y le quedaría lo suficiente para sustituir el calentador de agua o la calefacción si fuera necesario?

Si su respuesta es “no”, analice más detenidamente la posibilidad de ser dueño de una casa para asegurarse de que le sea conveniente. No hay nada bueno en comprar una casa tan cara que acabe gastando la mayor parte de sus ingresos disponibles en ella y no pueda permitirse pagar otros gastos diarios.

¿Es más barato comprar que alquilar?

En las ciudades más caras del país (como Nueva York, San Francisco o Seattle), los precios de las viviendas suelen estar fuera del alcance de muchos de los que compran su primera vivienda. En esos mercados, alquilar puede tener más sentido, incluso si piensa quedarse en ese lugar por muchos años.

En otros mercados, donde los precios de la vivienda son más bajos, el alquiler mensual puede ser tanto (o incluso mayor) que el costo mensual de la propiedad, y a pesar del control de alquileres, los propietarios pueden subir los mismos.

Una calculadora en línea, como la práctica calculadora de alquiler o compra del New York Times (en inglés, Rent vs. Buy Calculator), puede ayudarle a decidir si le conviene más tener una casa propia o alquilarla.

¿Está listo para asumir esa responsabilidad?

¿Quiere pasar los fines de semana cortando el césped, arreglando un grifo que gotea o limpiando canalones? ¿Puede ver el lado positivo de lidiar con el estrés de un sótano inundado u otro problema importante que consuma su tiempo libre y su cuenta bancaria? ¿Le entusiasma participar en las reuniones de la comunidad, relacionarse con los vecinos y apoyar a la tropa local de las Girl Scouts?

Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es “no”, reconsidere la idea de comprar una casa. Si el mantenimiento es el obstáculo mayor que se le presenta, considere si una comunidad en la que se le paga a una asociación de propietarios para que se encargue de la mayor parte del mantenimiento de la casa podría ser más adecuada para usted que una casa unifamiliar en la que probablemente usted sea la persona responsable.

¿Piensa quedarse donde está por un tiempo?

Una de las ventajas de ser dueño de una vivienda es que el pago de una hipoteca mes a mes durante años puede ayudarle a acumular ahorros y a crear riqueza a través del valor líquido de la vivienda, que es una medida de la parte de su propiedad que posee directamente. Cuanto más tiempo permanezca en una casa y pague la hipoteca, más valor líquido ganará si este se mantiene o aumenta con el tiempo.

El valor líquido de una casa no se gana de la noche a la mañana: los intereses suelen consumir la mayor parte de los pagos de la hipoteca durante los primeros años de la propiedad. Para calcular el valor líquido de la vivienda, hay que restar el saldo de la hipoteca del valor de mercado (actual) de la casa.

Se tarda aproximadamente cinco años en pagar una cantidad significativa de intereses, ganar algo de capital y, dependiendo de lo que haya pagado, recuperar los costos de cierre. Pero si usted vive en un mercado en auge con el valor de las viviendas en alza, tiene un préstamo a corto plazo o ha hecho un gran pago inicial, es posible que pueda acumular el valor líquido de la casa más rápidamente.

¿Qué lo motiva a comprar una casa?

Pregúntese por qué quiere comprar. ¿Es sólo para estar a la altura de sus amigos o porque “se supone” que debe hacerlo ahora que ha llegado a una nueva etapa de su vida?

O es que está preparado económicamente y quiere invertir y acumular valor líquido. Tal vez haya estado alquilando un lugar pequeño y quiera más espacio, lo cual es magnífico, sobre todo si tiene pensado formar una familia.

Pensar en las razones por las que quiere tener una casa propia le ayudará a saber si es una decisión acertada en su situación y a estar seguro de que no lo hace sólo porque es algo que se espera de usted.


En resumen

Comprar una casa o un condominio es un gran paso, y para quienes están preparados puede ofrecerles beneficios financieros y sociales. Pero ser dueño de una casa conlleva una serie de responsabilidades, tanto financieras como prácticas. Debe considerar cuidadosamente si tiene sentido desde el punto de vista financiero y si usted tiene el tiempo y la motivación para convertirse en propietario. Puede que decida esperar unos años hasta que se encuentre en una mejor situación económica o esté preparado para echar raíces, y eso está bien.